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CIMAS
CIMA Nº 23: MOUNT OLYMPUS (CHIPRE)
CHIPRE
MOUNT OLYMPUS
19/04/2025
ALTITUD
1.952 m
ÒSCAR SOLSONA Y ANDREU LÓPEZ
NIVEL DIFICULTAD
BAJO
CRÓNICA
Se levanta el telón de viajes y cimas para el año 2025 y lo hace con un destino mediterráneo y tranquilo como es la isla de Chipre. Atrás y lejos en el tiempo queda el año 2024 con múltiples aventuras y viajes por todo el mundo como los de Camerún, Croacia, Chile, así como la fantástica semana en los Alpes que culminó con las ascensiones del Mont Blanc así como el Monte Rosa. También fue un final de año complicado a nivel de lesiones y en el que la mala práctica profesional de un guía de montaña, Ivan Moshnikov, me ha supuesto unos meses complicados en los que he arrastrado problemas y dolores en una rodilla La calma del Mediterráneo y el terreno poco accidentado de Chipre parece ser una ocasión perfecta para recuperar sensaciones.
Salimos de Barcelona con Miriam Humanes y Òscar Solsona, este último todo un veterano en las expediciones de TSOW y por encima de todo una gran amistad desde hace muchos años. El viaje es bastante largo ya que Chipre se encuentra situada al sur de Turquía y casi junto a Israel, Líbano y Siria. Hacemos escala en Atenas y es que Grecia es uno de los “padrinos” de Chipre junto a Turquía. Más atrás en el tiempo queda la tutela del Reino Unido de quien logró la independencia en 1960 y de él, al igual que ocurre en Malta, queda la influencia vial de conducir por el carril izquierdo. Por suerte, la persona que escribe estas líneas cuenta con una dilatada experiencia conduciendo por la izquierda consecuencia de anteriores viajes a Escocia, Gales y el pasado año 2024 a Malta y en esta ocasión, la adaptación al volante es casi instantánea.
Entre el aeropuerto de Lárnaca (el de Nicosia a raíz de los conflictos y disputas pasadas de griegos y turcos no está operativo) y el hotel, no nos lleva más de 15 minutos llegar. Es tarde y en Lárnaca poco podemos hacer más que cenar y ver los 3 goles que el Arsenal marca al Real Madrid durante el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League y que contribuyen a facilitarnos el sueño en nuestra primera noche en el país.
Nos levantamos pronto y desayunamos con vistas a la bonita iglesia de San Lázaro y de allí tomamos el coche rumbo a las “Sea Caves” que son un conjunto de cuevas marinas que surgen de los acantilados y que tienen acceso al mar y a sus aguas cristalinas.
La siguiente parada del día tiene lugar cerca de Pafos, una de las principales ciudades del país y que cuenta con el segundo aeropuerto más importante después del de Lárnaca. Llegamos a la Roca de Afrodita, situada junto al mar, dice la leyenda que es el lugar de nacimiento de Afrodita, diosa de la belleza, el amor y la sensualidad y que será omnipresente en nuestro periplo por tierras chipriotas.
Hacemos una parada rápida para comer en la localidad costera de Pafos si bien retomamos pronto la marcha porque por la tarde tenemos el “Avakas Gorge Trail”. Se trata de una ruta corta de unos 8 – 10 kilómetros que transcurre por un estrecho a la vez que imponente desfiladero con sus paredes verticales de más de 30 metros de altura. Nuestro sendero sigue el curso del río para de regreso coger altura y disfrutar del mar en el horizonte y de cómo el sol, poco a poco, va perdiendo fuerza y nos regala una bonita puesta. Cerramos el día, como el sol, y dormimos en la preciosa y muy recomendable localidad de Poli Chrysochous.
Nos despertamos sin demasiada demora porque tenemos una nueva cita con la omnipresente diosa Afrodita y es que nos dirigimos al extremo noroccidental de la isla para recorrer el “Afrodita Loop Trail”. La ruta toma inicio en los Baños de Afrodita y se trata de un itinerario circular de 8-10 kilómetros que ofrecen grandes vistas del litoral chipriota y sus aguas cristalinas.
La tarde no presenta objetivos turísticos demasiado ambiciosos más allá de llegar a tiempo a Platres para presenciar la procesión del Jueves Santo y disfrutar de nuestro “palacio residencial”. En nuestros días de planificación del viaje a Chipre estuvimos especialmente acertados y hicimos una elección de alojamiento muy buena en esta localidad, donde pasaremos la noche el día previo a la ascensión al Mount Olympus. No, no se trata de un error. El techo del país se dice, exactamente igual al de Grecia que coronamos, también con Óscar, en septiembre del año ’21 en el que suponían los primeros pasos del proyecto TSOW (nuestro 5º techo mundial).
Pero no nos anticipamos al mañana. En Platres disfrutamos de un ratito de lo que se dice estrictamente hacer vacaciones y descansar. En mi caso, paso el rato leyendo el libro que me acompaña estos días “Desacelerar o morir” (Timonthée Parrique) que viene a decir que no se puede crecer económicamente de forma infinita como pretende el actual modelo capitalista en un mundo donde los recursos naturales y también humanos, son finitos. Si bien lo que más me gusta es leer novela negra y de intriga, de vez en cuando disfruto de otros tipos de lectura como la que me acompaña estos días.
Son las 20:00, es Jueves Santo y no queremos perdernos la procesión local. La parte grecochipriota en la que estamos es ortodoxa y podemos deducir por la gran congregación en torno a la iglesia, que muy creyente. Nosotros no somos muy devotos y con un rato tenemos suficiente y aprovechamos la masificación en torno al acto religioso para disfrutar de una cena tranquila en el restaurante y sin la presencia de otros comensales. El “cocinero” (nos referíamos a él así porque ocupa el puesto en la cocina y no por sus habilidades en la misma) y ese día con poca carga laboral, también camarero, no parece estar tan contento con nuestra llegada y es que los chipriotas (al igual que sus vecinos griegos) no se caracterizan por su amabilidad y hospitalidad.
Hoy es día de “summit” así que nos vestimos con el uniforme de gala y nos ponemos la camiseta de TSOW así como preparamos y guardamos en la mochila las banderas (la chipriota así como la correspondiente a nuestro proyecto). Tenemos únicamente 15 minutos de trayecto hasta el inicio de la ruta en la cota 1.600 metros y es que empezamos ya a bastante altura. La ruta que nos espera es un trayecto circular de 16 kilómetros con 350 metros de desnivel positivo que se concentran en la parte final de ascensión a la cima. El trayecto no presenta absolutamente ninguna dificultad técnica y permite gozar de unas vistas 360 a toda la isla.
La cima como tal, presenta desgraciadamente una base militar y nos recuerda, ahora más que nunca en los tiempos que corren de incrementos de los % de gasto militar respecto al PIB, que la mayor amenaza del ser humano es el propio ser humano (cuanta de verdad está detrás de la frase Homo homini lupus est). En referencia a Chipre, si bien es un estado internacionalmente reconocido, únicamente controla 2/3 de la isla. El 1/3 restante (la parte norte del país) lo ocupó Turquía en 1974 e instauró la República Turca del Norte de Chipre (únicamente reconocida por Turquía).
Nos hacemos unas fotos con Óscar en lo alto de la cima a la vez que conversamos con un aventurero inglés que está atravesando la isla caminando, en un trekking que le llevará a completar más de 500 kilómetros. Una vez lo finalice, tenía la intención de ir a Escocia una temporada, cruzar el Atlántico y visitar el Parque Natural de Yosemite en EEUU entre otros destinos. No es un mal programa por su receso de 6 meses.
El Mount Olympus chipriota es mi techo mundial número 23 y no por menos complicado hace menos ilusión y es que detrás de cada cima y país, existe un gran aprendizaje y experiencia que nos ponemos en nuestra “mochila de vida”.
Por la tarde llegamos a la capital del país, Nicosia, que presenta la curiosidad de que es “compartida” entre griegos y turcos y donde una frontera separa ambas partes. Por la noche visitamos la parte griega que combina edificios modernos y vanguardistas con otros edificios más viejos y sin atractivo. Cerramos el día con una cena en un restaurante libanés y en mi caso disfruto de un “faláfel” que hacía muchos años que no degustaba.
Nuestro viaje va llegando a su fin si bien no podemos abandonar Nicosia sin cruzar la frontera así que sólo levantarnos, pasaporte en mano, nos dirigimos al control de paso y nos adentramos en territorio musulmán. Realmente es sorprendente la transición cultural que se produce en cuestión de metros así que es muy recomendable en vuestra visita a Chipre que también llevéis encima el pasaporte.
Visitadas las partes griega y turca de la capital, subimos al coche y nos dirigimos a Lárnaca para pasar las últimas horas antes de tomar nuestro vuelo de regreso a tierras catalanas. De Lárnaca recomendaros hacer una caminata por el paseo marítimo, con baño o sin ello al gusto del consumidor, así como tomar un barco y disfrutar de una tranquila puesta de sol. Y tal como el sol se despide del día, nosotros lo hacemos de esta aventura, confiando en que pronto podamos explicaros y compartir otras.
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