CIMAS

CIMA Nº 27: RYSY (POLONIA)

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POLONIA

RYSY

12/08/2025

ALTITUD

2.499 m

ÁLEX QUIROGA Y JORDI GIRONA

NIVEL DIFICULTAD

BAJO

CRÓNICA

La edad de oro del alpinismo no se puede entender sin la contribución de los grandes escaladores polacos tales como Voytek Kurtyka, Jerzy Kukuczka… Este último, Kukuczka, fue la segunda persona en alcanzar los 14 ochomiles del planeta, únicamente precedido por Reinhold Messner i famosa es la frase que este le dirigió al polaco “No eres el segundo, eres grande”. No es objetivo de estas líneas discurrir en relación con el GOAT (acrónimo inglés que significa “Greatest Of All Time” – el más grande de todos los tiempos) del alpinismo, aunque si de algo no hay dudas es de que las ascensiones de Kukuczka tuvieron un componente pionero y de dificultad muy potentes nunca vistos en otras expediciones (apertura de nuevas rutas en el ascenso a las cumbres así como con algunos de sus ochomiles siendo expediciones invernales).

En tiempos de un alpinismo marcado por los “likes” y en ganar segundos al crono, en tiempos marcados por las expediciones comerciales compradas a base de dólares… para mi cobran especial importancia valores como la frugalidad, el esfuerzo, la dedicación, la perseverancia por lograr algo que se desea y por encima de todo el amor y la pureza hacia la naturaleza y las montañas. No subo montañas para tenerlas debajo de mis pies sino para ser parte de ellas y conectar con su esencia. Por todo esto, desde mi inmersión en el mundo del alpinismo, he sentido atracción por figuras como Messner, Kukuczka, Kurtyka, Walter Bonatti, Òscar Cadiach entre otros, por su manera de relacionarse y interactuar con la montaña. La lista de los que para mi son los mas grandes del alpinismo no puede entenderse sin la contribución polaca y por este motivo, estar en este territorio años atrás pisado por estas leyendas es tan significativo para mí.

El Rysy se puede subir por la vertiente polaca o eslovaca, presentando esta última, menor complejidad técnica. Con Jordi optamos por la vertiente eslovaca y dado el fervor y pasión de los vecinos polacos por la montaña nos levantamos temprano para llegar al aparcamiento de Popdraské Pleso, punto de partida de la ruta, poco antes de las 7:00 de la mañana. Ni mucho menos somos los primeros y es que el Rysy esta muy codiciado entre los montañeros principalmente poloneses si bien también encontramos un buen porcentaje de extranjeros.

 

Nos esperan hasta la cima 9,9 quilómetros, así como aproximadamente 1.250 metros de desnivel positivo des del punto mínimo de la ruta situada a 1.261 metros. Los primeros 4 quilómetros son por carretera y no presentan un atractivo especial si bien transcurren en buena parte entre bosques y vegetación que nos protegen del calor.

La carretera finaliza al llegar al lago Popradské y en él nos encontramos unos paneles que indican que para subir al Rysy debemos tomar el sendero de la izquierda y que el tiempo hasta la cumbre es de unas 3 horas. Este es un punto de inflexión en la ruta, que a partir de aquí gana considerablemente en interés y atractivo paisajísticos. Empieza un tramo en el que el sendero hace varios zig-zag entre un bosque muy frondoso y en el que la ruta empieza a ganar elevación con mayores pendientes a salvar.

Una vez superada la cota de los 1.700 metros, los árboles y la vegetación van desapareciendo (en España llegamos a ver árboles hasta los 2.500 metros si bien las menores temperaturas de los Tatras hacen bajar la cota) y ante nosotros se puede divisar mejor el horizonte, así como el valle en el que nos encontramos y el lago Velké Zabie. Seguimos ganando altitud si bien nuestra progresión se ve detenida por la aglomeración de personas en un tramo equipado con escaleras metálicas y cadenas. No presenta excesiva complejidad salvar este tramo y juntamente con Jordi Girona intentamos progresar rápido y avanzar a varias personas para “limpiar” el camino si bien resulta una tarea en vano dado que, como en un nido de hormigas, las personas aparecen en masa esparcidas por todo el sendero.

Juntamente con la cima del Snowdon (techo de Gales con sus 1.085 metros), seguramente la del Rysy, sea la ruta más concurrida de personas con la que nos hemos encontrado en el proyecto de TSOW. Polonia es un país con casi 40 millones de habitantes y sus cordilleras, escasas, se concentran en el sur del país, en los Tatras con 60 quilómetros de largo por 30 quilómetros de anchura y de los que solo ostenta el 30% de territorio. Este es el factor explicativo de la saturación que sufren los senderos de los Tatras y es que no hay una proporción equitativa entre el número de practicantes de senderismo polacos y el número de quilómetros de senderismo per cápita de que dispone cada uno de ellos. Así que con este ejercicio de empatía y comprensión hacía los polacos seguimos progresando en nuestra ruta.

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Me hago una foto con una especie de arco del que cuelgan banderas de oración tibetanas y es que estos días estoy especialmente en conexión con el Tibet con la lectura de “Siete años en el Tibet” de Heinrich Harrer. Algún día me gustaría estar en la cordillera del Himalaya, conocer a su gente, su cultura y tener la oportunidad de ascender alguna de sus cumbres (porque no un ochomil) y este libro sin duda ha sido una gran fuente de inspiración. Hablando del Himalaya y por lo que a Top Summits se refiere se encuentran el TOP-3 de cimas más altas del mundo y que son las siguientes:

  1. El Rey de Reyes con 8.848 metros y techo nacional compartido entre Nepal y China.
  2. Una de las cimas más peligrosas que me esperan en el proyecto debido a su dificultad técnica, el clima extremo y el terreno peligroso. 8.611 metros y techo nacional de Pakistán.
  3. El bronce se va para el techo nacional de la India.

Las banderas tibetanas actúan como una puerta de entrada y una señal de bienvenida al refugio de Chata pod Rysmi situado a unos 2.250 metros de altura. Construida el año 1933, Chata pod Rysmi es la casa rural más alta de los Tatras si bien no nos detenemos en él y seguimos progresando hasta un espectacular collado que actuada de frontera entre Eslovaquia y Polonia. En él hacemos una pequeña pausa de hidratación y comida, tomamos unas fotos y conversamos con algunos caminantes para que no se nos acuse de antipáticos. Des de este punto donde nos encontramos, ya se divisa el Rysy, del que nos separan poco menos de 200 metros de desnivel positivo.

 La última parte de la ascensión presenta una mayor inclinación del sendero si bien no llega a ser técnico ni a presentar excesiva dureza. Tomamos algunos “short cuts” (atajos) para esquivar la infinidad de personas que se cruzan ante nosotros y así progresar con mayor agilidad hasta la cima. La cima del Rysy polaco se sitúa a 2.499 metros (su cumbre vecina Rysy eslovaco mide 2.503 metros) y si bien para llegar a ella casi que tenemos que pedir ticket, una vez allí, se tienen unas vistas de privilegio de la cordillera de los Tatras y en el horizonte divisamos el “Gerla” ascendido recientemente y techo de Eslovaquia. Aprovechamos que está al lado mismo y ascendemos también el Rysy eslovaco que aún presenta mayor concentración de personas que el polaco.

Nuestra base de operaciones en nuestro paso por Polonia fue la ciudad de Zakopane (con cerca de 30.000 habitantes), también conocida como la capital de invierno de Polonia y se encuentra en la parte sur de la región de Podhale, a los pies de los montes Tatras. Nada más llegar a ella me vienen a la mente lugares como Chamonix (Francia) o Zermatt (Suiza) en los que estuvimos en nuestra semana en los Alpes durante el año 2024, sitios a los que el paso del tiempo, el crecimiento del turismo y su ubicación privilegiada cerca de las montañas les ha cambiado la vida e inundado las calles de divisa.

Nuestro primer intento de actividad en Zakopane se ve frustrado. Pretendemos coger un funicular hasta un monte des del que nos han dicho que hay muy buenas vistas si bien desistimos cuando vemos la infinita cola que hay para comprar los tickets. A mí y especialmente a Jordi, nos estresa considerablemente la aglomeración de personas a la vez que nos entristece la “comercialización” y la presión turística a la que se ven sometidas ciertas zonas de la naturaleza que acaban viendo alteradas considerablemente su esencia. Pero así es la naturaleza del ser humano, que lo ha comprado todo, lo compra todo y lo seguirá comprando todo (viajes a la luna incluidos). Intentamos convivir buenamente como podemos con esta circunstancia, la de las aglomeraciones, si bien realmente andar por las calles de Zakopane se convierte en una auténtica odisea.

En los días que estuvimos en Zakopane con Jordi escogimos caminos distintos. En su caso optó por su otra pasión (la ornitología) y en mi caso por seguir descubriendo nuevos entornos naturales y es muy recomendable llevar a cabo “la Ruta de los 5 Lagos Polacos”. En mi caso cojo un bus (hay cantidad de ellos) que me lleva al aparcamiento de Moskye Oko y punto de inicio de ruta. Allí, hay opción de hacer la ruta hasta el lago principal de Moskye Oko con carrozas de caballos si bien no entra esta posibilidad en mis planes así que opto por una opción más autónoma.

Alterno el día entre correr y andar según la dureza del terreno y llego al lago principal Moskye Oko que presenta una gran belleza y espectacularidad de paisaje. En mi caso para disfrutar de una mayor calma y evitar las ya “famosas” aglomeraciones, sigo progresando por su contorno hasta encontrar una ubicación menos concurrida y aprovecho para leer y terminar el libro de Cristina Martin Jimenez “Los dueños del planeta”. Os recomiendo a esta escritora, una auténtica crack del periodismo de investigación, estudiosa del poder y defensora de la libertad de las personas.

Me tomo el día con tranquilidad. A mi compañero Jordi no le gusta estar por las tardes en la montaña por las inclemencias meteorológicas que suelen darse en esta franja horaria si bien en mi caso, soy un poco más laxo en este aspecto. No me preocupa empezar tarde las rutas ni finalizarlas tarde si bien siempre con una actitud de respeto, cautela y consciencia del estado del entorno y de la montaña. En el día de hoy me esperan unos 24 quilómetros de ruta así que dejó el lago Moskye Oko y me dirijo a los siguientes lagos.

 

A partir de Moskye Oko y poniendo rumbo a los lagos Przedni, Maly, Wielki… ante mis ojos se presenta uno de los paisajes más bonitos que jamás he visto i que se une a otros sitios mágicos como el “Circo de Gavarnie”, “el Circo de Colomers”, “el Congost de Montrebei”, la vista del “Cervino” entre otros. Des de mi infancia que me fascina la fusión agua + bosques y ante mi se juntan preciosos lagos con vastos paisajes con un verde muy intenso. Disfruto de un sendero que alterna subidas con bajadas, un sendero que presenta algún tramo técnico, así como de algún otro que me permite correr. Un fantástico día en la montaña y una excursión muy recomendable para hacer en vuestro paso por los Tatras polacos.

La semana en los Tatras llega a su fin. Hemos completado con éxito una proyección, un dibujo, un sueño, una idea de aventura…que tuvo su génesis el año anterior en los Alpes y que era la de ascender, en un mismo viaje, al nada sencillo “Gerla” (techo eslovaco) así como al Rysy (techo polaco). Lo hemos conseguido. Y un soñador es siempre un soñador así que en los Tatras, juntamente, con Jordi, empezamos a soñar, a dibujar, a pintar el cuadro del año que viene que esperamos seguir contándoos por aquí. Gracias Jordi por ser gran compañero de montaña, gracias por responder siempre y positivamente a los retos y proyectos que te lanzo, gracias por ser la buena persona que eres.

 

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