Montañas artísticas
Colaboradora Top Summits of the World
y aficionada al montañismo
La inmensidad, magia, belleza y respeto que pueden hacer sentir las montañas y la naturaleza en todo el mundo puede ser difícil de capturar en una imagen, fotografía o dibujo, ya que la sensación se vive con los diferentes sentidos y emociones, en primera persona y dejándose abrazar por cada experiencia. A pesar de esta complejidad, múltiples artistas han pintado obras donde se puede transmitir la majestuosidad, la elegancia y la personalidad de cimas, montañas o cordilleras. En esta breve recopilación de 10 cuadros se puede viajar a través de diferentes épocas artísticas y lugares del mapa mundial, para acercarse de manera creativa al mundo del montañismo. Iniciamos este breve trayecto, que consta de tres paradas.
1. Primera parada. Diálogos entre montañas y seres vivos
Estas tres obras de arte conversan de la aproximación entre animales, personas y montañas, desde la convivencia, hábitat y expediciones, de la mano de tres artistas. Rosa Bonheur, pintora francesa, con un estilo realista y acercándose a la vida rural o la trashumancia, representó regiones montañosas, por ejemplo, de los Pirineos o de Escocia. Albert Bierstadt dio un aire especialmente encantador en un segundo plano en las montañas rocosas o rocallosas, entre Canadá y Estados Unidos, dejando en primera línea un campamento y la propia naturaleza. Y Katsushika Hokusai con un trazo delicado de tinta, representó el fascinante Monte Fuji detrás de un pueblo donde arranca el día.
2. Segunda parada. Luz, colores y sinuosidades
En estos cuatro cuadros podemos disfrutar de gran diversidad en el uso de las líneas, el color o la propia luminosidad. Cuatro grandes artistas reflejan la montaña desde perspectivas diferentes. Vincent Van Gogh desde el post impresionismo da forma a las rocas calizas del macizo de los Alpilles, mientras que Helen Frankenthaler, con toques expresionistas aporta la versión más abstracta de esta recopilación de montañas, con una gran suavidad y estilo propio. Otro estilo muy particular lo encontramos en el cuadro de Georgia O’Keeffe, donde se representa con mucha fuerza la meseta de Big Mountain o Black Mesa, donde se encuentra la cima más alta del estado de Oklahoma. Finalmente, Paul Cézanne pintó una gran cantidad de cuadros centrados en la temática montañera, especialmente cautivado por la belleza de la montaña Santa Victoria.
3. Tercera parada. Ruta por Asia, América y Europa
Estas tres obras de arte nos llevan a paisajes únicos, gracias a tres grandes autores. La artista inglesa Marianne North, que recorrió lugares recónditos para poder descubrir y pintar la naturaleza, convirtiéndose su obra en una recopilación fascinante, y con repercusión también a nivel científico, por ejemplo, en el ámbito de la botánica. El pintor Frederic Edwin Church, de Estados Unidos, influenciado por el movimiento del romanticismo, con especial sensibilidad hacia el entorno y las montañas. Y el artista alemán Caspar David Friedrich, que puso en valor la cordillera de Europa Central de las montañas de los Gigantes, entre Polonia y la República Checa, y donde se sitúa la cima más alta de este último, el Sněžka.
Todas estas montañas artísticas nos pueden despertar una mirada especial, donde convergen aficiones, emociones y estilos de vida.
¡Hasta el próximo viaje!
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